martes, 20 de febrero de 2018

Segunda reflexión islandés

Aparte del primer encuentro vía Skype con mi alumno islandés, hemos quedado en alguna otra ocasión, aunque nuestra comunicación vía Whatsapp no ha sido especialmente relevante para la asignatura, a excepción del grupo de trabajo.

Durante nuestros encuentros, he podido comprobar que en general intento que el alumno hable sin miedo e intento cortarle lo menos posible. En ciertas ocasiones, como cuando se queda bloqueado o necesita un término específico sí intervengo para echarle una mano. No obstante, he podido observar que en el cómputo general de la conversación tiendo a delegar el peso de la conversación en el estudiante. De esta forma consigo hablar de temas de conversación que realmente le interesan. Aun así, en algunos momentos he sido yo el que ha comenzado o retomado el tema.

En los últimos encuentros, mi estudiante ha mostrado interés por la literatura y los viajes. En esos momentos, le recomendé algunos libros, poemas y escritores en general que pensé que le podrían interesar y sobre todo, que se podían ajustar a su nivel lingüístico. Para la mayoría de estas recomendaciones, a pesar de estar desarrollando la clase de forma oral con Hangouts mediante una videoconferencia, recurrí al chat de Whatsapp para enviar las recomendaciones. En primer lugar lo envié a Hangouts, pero ambos comprobamos que el mensaje no se mantenía en la conversación después de colgar, por lo que decidimos utilizar la otra aplicación de móvil al mismo tiempo.

El chat de Hangouts también ha sido de utilidad, ya que en ciertos momentos el alumno islandés quería conocer alguna palabra en específico, pero no tenerla guardada para siempre. Otra de las informaciones que quedaron apuntadas en la conversación de Whatsapp fueron lugares donde comer y sitios para visitar en general en la ciudad de Barcelona, ya que el estudiante tiene planeada una visita en breve.

En ciertas circunstancias, a pesar de intentar que hable continuamente el estudiante sí me vi obligado a interrumpirle si la frase que intentaba crear era demasiado complicada, necesitaba mi asistencia o simplemente su producción no llegaba a ser comprensible.

Hasta ahora, considero que este método está funcionando bastante bien y, según puedo comprobar en las sesiones con el alumno, creo estar en lo correcto cuando afirmo que él también opina igual. 

domingo, 11 de febrero de 2018

Reflexión primer contacto islandés

En un primer momento se nos planteó la tarea que debíamos llevar a cabo con nuestra pareja islandesa. Desde el principio me pareció una idea innovadora, interesante y provechosa. Los días previos a quedar para el primer contacto con nuestro estudiante fueron, por el contrario, bastante estresantes. La comunicación al principio fue algo complicada y todas las tareas que debemos terminar para el máster junto a esta no hacían más que sumar dificultades y restar tiempo. Cuando por fin conseguimos establecer un horario para quedar, tuve que esperar a su conexión durante más de media hora. Para más inri, mi compañero aún no había instalado ni comprobado el sistema de grabación, por lo que tuve que esperar más tiempo a que terminara los preparativos. Además tuve que ayudarle, pero eso al menos hizo que habláramos algo en español.
Parece una visión bastante pesimista sobre la actividad realizada. No obstante, las vibraciones durante y después de la conversación solo fueron positivas. Me topé con un estudiante islandés realmente motivado en el aprendizaje de español, que había vivido en un país de habla hispana haciendo un voluntariado. Toda la conversación se desarrolló sin ningún tipo de problema. Pudimos hablar de temas muy variados y en ningún momento se crearon silencios incómodos ni situaciones extrañas.
El enfoque por el que decidí optar, debido a la poca diferencia de edad y a la ausencia de ánimo de lucro, sumada a no tener que responder ante una academia o unos jefes, fue actuar como amigo más que profesor. Desde una perspectiva subjetiva, creo que fue un gran acierto, pues el diálogo fue activo, dinámico y espontáneo.
A pesar de los errores cometidos por el alumno de ELE, no siempre decidí corregir. Es cierto que al principio comencé realizando más correcciones que al final. Esto se debió al desconocimiento del nivel lingüístico de Fannar en español. Durante el desarrollo de la conversación pude comprobar que el nivel no era tan básico como pensaba en un primer momento. Por ello, decidí permitir que el estudiante hablara todo lo que quisiera, limitando las correcciones y ayudas a los momentos en los que el alumno se atrancaba, desconocía el término correcto, se veía incapaz de terminar o expresar una frase o concepto específico o, directamente, pedía ayuda. Posiblemente esta decisión permitiera que el diálogo fuera tan espontáneo y los temas de conversación variaran tanto. A niveles generales, esta conversación se desarrolló de forma relativamente natural, a pesar de su preparación artificial (es decir, propuesta como tarea a alumnos de ambas universidades) y se aproximó bastante a lo que habría podido ser una conversación normal entre dos hispanohablantes (obviando las evidentes correcciones).
En definitiva, analizaría el encuentro como una experiencia enriquecedora a nivel docente y social, pues mi compañero era realmente simpático. Ya había sido profesor de español y, en concreto, profesor de conversación. Sin embargo, esta fue la primera ocasión en la que fui partícipe de una clase vía videollamada.  Es muy interesante ver cómo los avances tecnológicos se van adaptando a nuestras necesidades, hasta el punto de poder permitir una clase de español entre dos personas que se encuentran a kilómetros de distancia. Por otra parte, me gustaría destacar la posibilidad de enviar mensajes por el chat, así como enlaces a páginas web. Durante la conversación recurrimos a estos recursos en ciertas ocasiones en las que el estudiante quería conocer la escritura de una palabra o cuando quería enviar información sobre uno de los temas tratados.

Estoy encantado de poder formar parte de un proyecto tan enriquecedor. Creo que hablo por todos mis compañeros cuando digo que estamos muy motivados con la actividad y que queremos  comenzar a trabajar en la siguiente fase tan pronto como podamos. Todo ello, pese a la gran carga académica que nos suponen todas las asignaturas del máster, por lo que me gustaría terminar afirmando que sacaríamos mucho más provecho de este proyecto si no estuviéramos tan atareados. También me gustaría añadir como opinión personal que ojalá hubiera más actividades tan útiles y prácticas como esta en el máster de ELE.

martes, 6 de febrero de 2018

Punto de partida prácticas

El siguiente reto que se nos plantea es enfrentar a una clase de ELE real.  En la parte de prácticas, se nos brinda la oportunidad de asistir a una clase de una academia de español para observar e impartir clases a alumnos extranjeros. Por suerte, ya cuento con cierta experiencia en mi historia laboral de cara a dar clases presenciales a estudiantes de español. No obstante, el hecho de encontrarse solo delante de desconocidos a los que tienes que instruir siempre es una situación intimidatoria o, al menos, incómoda.

A la hora de resaltar mis fortalezas de cara a estas prácticas, probablemente lo primero que destacaría sería lo ya comentado: mi anterior experiencia. Gracias a ella, espero no estar nervioso durante el proceso lectivo. He vivido diversas experiencias, tanto positivas como negativas, en mis años de docente y espero estar preparado para distintas situaciones que se puedan suceder.

Considero que, como profesor, soy una persona muy comunicativa, que sabe expresar y compartir sus conocimientos, de forma que estos llegan de forma clara a los alumnos. Además, creo que soy una persona abierta y paciente, que no tiene problema en repetir un contenido en varias ocasiones, así como en encontrar estrategias alternativas para la explicación cuando esta no se entiende en primer lugar.

De acuerdo al feedback recibido en clases anteriores, puedo estar tranquilo en ciertos aspectos de la didáctica. Entre ellos, destaca la capacidad de crear ejemplos que ilustren bien el tema tratado.

Por el contrario, es muy probable que encuentre situaciones comprometidas, dificultades y problemas que no sepa resolver. Es prácticamente imposible predecir todos los casos que se pudieran dar en el aula, sin embargo, he de reconocer ciertas carencias y preocupaciones a nivel didáctico.

Durante mis clases preparativas nos han enseñado la importancia de mostrar los distintos aspectos socioculturales que pueden aparecer en el aula. Aun así, siendo consciente de la realidad en la que vivimos, no es tan extraño encontrar alguien que discrimine a otra persona. Personalmente, soy una persona que acepta a todas las personas sin importar su procedencia, creencia u orientación sexual. Siempre intento crear buen ambiente en las clases. Sin embargo, no sé cómo actuaría ante una situación conflictiva entre alumnos que se nieguen a comunicarse o interactuar entre ellos. Creo que optaría por obligarles y si alguien no se siente cómodo en mi clase, sería libre de abandonarla. Pero esta decisión no es tan sencilla en esta ocasión, pues estaré en un centro como practicante y deberé acatar las normas que los jefes me impongan.

En general me siento bastante cómodo con mis conocimientos lingüísticos del español. A pesar de ello, me es imposible obviar la duda de si saldrá alguna pregunta de gramática o léxico realmente difícil de responder para un hablante de español nativo. En ese caso, imagino que la solución sería no tener miedo a decir que algo no se sabe, apuntar la duda e informarse posteriormente.

Otra pequeña duda que me surge es la evaluación. Por fortuna, no creo que durante los días que sea profesor en la academia tenga que hacer evaluaciones definitivas, pero sí que me tendré que corregir ciertas tareas y actividades. Considero que la formación recibida durante estos meses es suficiente para enfrentarme a este reto, pero siempre queda la duda de si la corrección y la evaluación va ayudar más que perjudicar. ¿En qué me centro en cada momento?, ¿cómo de rotundo soy en las evaluaciones y el feedback? Por mi experiencia espero poder resolver estas cuestiones en el momento clave. Pero siempre habrá que recurrir a la reflexión para comprobar si se hizo lo correcto y mejorar en la próxima ocasión.

Pinturillo 2

Una copia de esta entrada ha sido publicada en el Blog EcLEcTIC.

La nueva versión online del famoso juego Pictionary llega ahora con Pinturillo 2. Este juego nos permite jugar con amigos y desconocidos a adivinar la palabra oculta mediante dibujos desde nuestro dispositivo electrónico.



Para comenzar una nueva partida, simplemente debemos descargar la aplicación o acceder a la web. Aunque se nos ofrece la posibilidad de registro, no es necesario registrarse, sino que antes de entrar a una sala simplemente tendremos que escoger nuestro nick personal. 


La aplicación ofrece diversas posibilidades para entrar en una mesa de juego. Podremos acceder directamente a una mesa pública aleatoria, entrar en el lobby global con la lista de todas las mesas y, además, crear nuestra propia sala privada con accesso restringido por contraseña. Tanto en el lobby general como dentro de la partida tendremos un chat con el que poder comunicarnos con los participantes que juegan en nuestra partida y con los que esperan para entrar en alguna sala.

                                

La partida funciona por un sistema de puntos, en el que el primero en responder correctamente optiene una puntuación superior al resto. En el momento en que esto ocurra, el tiempo de respuesta disminuirá significativamente para el resto de participantes, a los que se les permite continuar adivinando la palabra dibujada hasta que el cronómetro llegue a cero. El turno para dibujar es rotativo y en cada ronda será el turno de un jugador diferente, por lo que todos dibujan y adivinan en varios momentos durante toda la partida.

A la hora de dibujar, el sistema te permite seleccionar el color y el grosor del lápiz. Si jugamos desde nuestro portátil u ordenador, tendremos que realizar el dibujo con el ratón, mientras que desde nuestro dispositivo móvil o tablet táctil, se podrán realizar con el dedo. En caso de error, tenemos la opción de borrar el dibujo al completo. Asimismo, en la versión web se incluye un botón para descargar el dibujo en .JPG.


Este juego online se nos presenta en distintos idiomas: inglés, español, francés, italiano y portugués. El vocabulario es muy variado y de diversa dificultad, por lo que se aconseja al profesor que pruebe la actividad de forma previa a su incursión en la clase, para comprobar si se podría adecuar a sus estudiantes. No obstante, también sirve como herramienta de aprendizaje propio y los estudiantes de ELE pueden utilizarlo para divertirse aprender en sus casas. Junto a la ayuda de un diccionario físico o en línea, pueden apoyarse para completar sus dibujos o buscar la palabra clave que deben adivinar. En el supuesto de desconocer por completo la palabra que deben escribir, también se ofrece la posibilidad de pasar turno.