domingo, 11 de febrero de 2018

Reflexión primer contacto islandés

En un primer momento se nos planteó la tarea que debíamos llevar a cabo con nuestra pareja islandesa. Desde el principio me pareció una idea innovadora, interesante y provechosa. Los días previos a quedar para el primer contacto con nuestro estudiante fueron, por el contrario, bastante estresantes. La comunicación al principio fue algo complicada y todas las tareas que debemos terminar para el máster junto a esta no hacían más que sumar dificultades y restar tiempo. Cuando por fin conseguimos establecer un horario para quedar, tuve que esperar a su conexión durante más de media hora. Para más inri, mi compañero aún no había instalado ni comprobado el sistema de grabación, por lo que tuve que esperar más tiempo a que terminara los preparativos. Además tuve que ayudarle, pero eso al menos hizo que habláramos algo en español.
Parece una visión bastante pesimista sobre la actividad realizada. No obstante, las vibraciones durante y después de la conversación solo fueron positivas. Me topé con un estudiante islandés realmente motivado en el aprendizaje de español, que había vivido en un país de habla hispana haciendo un voluntariado. Toda la conversación se desarrolló sin ningún tipo de problema. Pudimos hablar de temas muy variados y en ningún momento se crearon silencios incómodos ni situaciones extrañas.
El enfoque por el que decidí optar, debido a la poca diferencia de edad y a la ausencia de ánimo de lucro, sumada a no tener que responder ante una academia o unos jefes, fue actuar como amigo más que profesor. Desde una perspectiva subjetiva, creo que fue un gran acierto, pues el diálogo fue activo, dinámico y espontáneo.
A pesar de los errores cometidos por el alumno de ELE, no siempre decidí corregir. Es cierto que al principio comencé realizando más correcciones que al final. Esto se debió al desconocimiento del nivel lingüístico de Fannar en español. Durante el desarrollo de la conversación pude comprobar que el nivel no era tan básico como pensaba en un primer momento. Por ello, decidí permitir que el estudiante hablara todo lo que quisiera, limitando las correcciones y ayudas a los momentos en los que el alumno se atrancaba, desconocía el término correcto, se veía incapaz de terminar o expresar una frase o concepto específico o, directamente, pedía ayuda. Posiblemente esta decisión permitiera que el diálogo fuera tan espontáneo y los temas de conversación variaran tanto. A niveles generales, esta conversación se desarrolló de forma relativamente natural, a pesar de su preparación artificial (es decir, propuesta como tarea a alumnos de ambas universidades) y se aproximó bastante a lo que habría podido ser una conversación normal entre dos hispanohablantes (obviando las evidentes correcciones).
En definitiva, analizaría el encuentro como una experiencia enriquecedora a nivel docente y social, pues mi compañero era realmente simpático. Ya había sido profesor de español y, en concreto, profesor de conversación. Sin embargo, esta fue la primera ocasión en la que fui partícipe de una clase vía videollamada.  Es muy interesante ver cómo los avances tecnológicos se van adaptando a nuestras necesidades, hasta el punto de poder permitir una clase de español entre dos personas que se encuentran a kilómetros de distancia. Por otra parte, me gustaría destacar la posibilidad de enviar mensajes por el chat, así como enlaces a páginas web. Durante la conversación recurrimos a estos recursos en ciertas ocasiones en las que el estudiante quería conocer la escritura de una palabra o cuando quería enviar información sobre uno de los temas tratados.

Estoy encantado de poder formar parte de un proyecto tan enriquecedor. Creo que hablo por todos mis compañeros cuando digo que estamos muy motivados con la actividad y que queremos  comenzar a trabajar en la siguiente fase tan pronto como podamos. Todo ello, pese a la gran carga académica que nos suponen todas las asignaturas del máster, por lo que me gustaría terminar afirmando que sacaríamos mucho más provecho de este proyecto si no estuviéramos tan atareados. También me gustaría añadir como opinión personal que ojalá hubiera más actividades tan útiles y prácticas como esta en el máster de ELE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario