En clase de
conceptos fundamentales para la didáctica de ELE, surgió un debate sobre el uso
de las tildes en el español. El profesor Miquel Llobera sostenía que no había
ninguna necesidad en la lengua para mantener las tildes, así como el inglés no
usa tildes y todos los ingleses se entienden a la perfección. En ese momento yo
discrepé, pues a la hora de leer un texto, es cierto que se necesitan las
tildes en ciertas ocasiones para distinguir una palabra de otra. Después del
debate y de reflexionarlo detenidamente, pienso que sería posible que la lengua
española eliminara las tildes, tal y como indicó el profesor. Sin embargo, en
ciertas circunstancias específicas, sería complicado, pues podría llevar a la
ambigüedad, incluso a errores y malentendidos.
Durante el
debate, recordé a Gabriel García Márquez y el revuelo que causó durante una
entrevista cuando afirmó que las leyes ortográficas no deberían existir y cada
cual debería escribir como buenamente quisiera. En nuestra clase se planteaba
algo parecido, aunque a menor escala.
Este pequeño
debate me hizo pensar que el uso de las tildes, lejos de lo gramaticalmente
correcto, no es tan importante en la lengua. No quiero que con estas palabras
se me malinterprete, pues continúo siendo fiel a la gramática normativa. No
obstante, es un aspecto de la lengua que puede ser obviado en los niveles elementales
de la enseñanza de español como L2, si queremos centrar la atención en otros
aspectos. A pesar de ello, hasta que llegue el día, tal y como nuestro profesor
afirmaba, en el que el español elimine sus tildes y no sean necesarias,
tendremos que llevar el uso de tildes a nuestras clases de ELE sin más remedio.
Yendo un paso más
allá, estas marcas vocálicas, no solo sirven a nivel gramatical, sino que
pueden permitir a nuestros estudiantes a obtener una pronunciación correcta. Es
decir, que a nivel prosódico, es un elemento positivo para el aprendizaje de la
L2.
Cabe destacar que
sin el correcto uso de las tildes, un revólver puede convertirse en revolver.
Para no revolver más este asunto, simplemente les dejo con esta captura, en la
que en lugar de unas noticias, pasamos a leer un anuncio un tanto macabro por
la ausencia de tildes.
Que cada cual
llegue a su propia conclusión. Y si el destino de la lengua es decir adiós a
nuestras queridas tildes, será más que interesante observar la evolución del
español.
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