El término "cultura" engloba una gran cantidad de aspectos que aparecen en una comunidad. Estos van desde los más claros, hasta aquellos que en un principio nos podría costar trabajo distinguir, como formas de comportarse, entendimiento del mundo, creencias, etc.
De la misma forma que la cultura se presenta tan variada en la sociedad, también se presentará así en nuestra clase de ELE. Tal y como leímos y estudiamos, no se puede enseñar lengua de forma separada a la cultura. De hecho, desde un punto de vista subjetivo, creado a partir de la última clase, pienso que los profesores de ELE deberíamos incluir muchos más aspectos culturales en la clase, pues estos pueden conectarse fácilmente con la enseñanza de la lengua y con situaciones comunes que los alumnos podrían encontrarse en cualquier país de habla hispana.
Evidentemente, llevar a cabo un plan docente que cubra todos los aspectos culturales vinculados a una lengua, es prácticamente imposible, pero sí deberíamos llevarlo a un nivel superior del que hasta ahora estamos acostumbrados en las clases de L2. Desde un nivel práctico, se podría enfocar la enseñanza de la cultura de distintas formas. Y por supuesto, no todos los alumnos mostrarán el mismo interés por ellas. Sin embargo, considero importante que ciertos aspectos de la Cultura (con mayúsculas), aparezcan en mayor o menor medida en la lección. Posiblemente algunos de esta cultura ya suenen a nuestros alumnos y habría que estudiar los distintos casos y el interés de los estudiantes para analizar si esa información la aprenderán o la adquirirán. Por otro lado, encontramos la cultura (con minúsculas), a la que sí deberíamos prestar especial atención y esforzarnos porque sea información que de verdad llegue a los alumnos. Este tipo de cultura les puede ayudar a desenvolverse en ciertas situaciones, evitar momentos incómodos y les puede servir para continuar aprendiendo y adquiriendo conocimiento de la lengua al mismo tiempo. Por último tenemos la kultura, a la que, por lo general, no habría que darle un papel principal en nuestras clases. Aún así, no deja de ser importante conocer ciertos aspectos de la kultura con k. Posiblemente muchos alumnos, sobre todo jóvenes, se vean identificados con algunos de estos aspectos y muestren mayor interés en la clase. Es posible que la importancia de este tipo de cultura se vea en aumento en circunstancias especiales. Por ejemplo, una clase de ELE en un barrio marginal.
En este último supuesto, y retocando el ejemplo de Natalia, la expresión "¿qué pasa, loco?" tomaría mucho más sentido explicarla que en una clase "estándar".
Para terminar, me gustaría recuperar la cita que nos presentó mi compañera Marta en clase, la cual he encontrado muy interesante:
«la percepción del mundo que tenemos nos viene programada por nuestra lengua, y no resultaría excesivamente aventurado aplicar este principio a la totalidad de la cultura. Es decir, personas de diferentes culturas no solo hablan lenguas diferentes sino que, en cierto modo, habitan diferentes mundos sensoriales» (Serrano, 1988: 17)
Realmente, esto es algo que me parece fascinante. Recuerdo cómo en primero de carrera hablábamos de esa concepción del mundo diferente para los hablantes. Y es que, la lengua se amolda a las necesidades de cada comunidad lingüística. Y para mí, eso también es cultura. Uno de los ejemplos que me viene a la mente es cómo en ciertas tribus esquimales, su lengua les permitía diferenciar entre distintos tipos de blanco, dependiendo de su pureza o su mayor o menos tonalidad grisácea. Mientras que nosotros clasificaríamos esos colores en "blanco" o "blanco sucio". Al principio, nos podría sorprender muchísimo esta visión del mundo, pero si lo analizamos con detenimiento es más que comprensible, ya que están mucho más acostumbrados a la nieve y a esas circunstancias climatológicas que nosotros.
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